jueves, 21 de junio de 2012

Victoria


Procedente del latín, Victoria es el nombre con que designaban los romanos a la diosa del triunfo. También se podría traducir como "vencedora".

Para mí, poder traer al mundo a mi niña Victoria es un éxito personal fruto de mucho esfuerzo e ilusión, una decisión madurada y que es consecuencia de muchos pequeños grandes logros. Victoria para mí es un regalo a multitud de objetivos conseguidos, y es además un homenaje a mi familia, a la que cada vez quiero y comprendo más.



Especialmente, brindo este nombre a mi abuela, una gran mujer de las que crea escuela, quien un día me dijo que de pequeñita soñaba que le perseguía el toro y que alguien la tranquilizó diciéndole que eso significaba éxito en la vida. Mirando atrás, me dijo, 'creo que tenían razón, y es verdad que he triunfado en mi vida'. Yo pensé que eso era porque se llamaba Victoria, y la misma felicidad le deseo a su bisnieta, a la que no conocerá.. O tal vez, en el fondo y de forma inexplicable, si lo hará. O quizá el misterioso azar haya conseguido que a Victoria le llegue la buena nueva, y también a mis abuelos. Es posible que la tía Carmen, que tiene línea directa allá arriba, ya les haya contado el secreto de Victoria.


Pero, si por alguna desagradable circunstancia práctica no fuera así, el vínculo no podrá romperse porque cada uno de ellos estará presente de una u otra manera en la pequeña Victoria, que en breve saldrá vencedora de su primera lucha: la llegada al mundo.


Algunas de las curiosidades que me gustan en torno a al nombre de Victoria son:
  • Fue el nombre de la primera nave que dio la vuelta al mundo Victoria (nao).
  • En la toponimia existe el Lago Victoria, las cataratas Victoria y el Desierto Victoria.

4 comentarios:

  1. iaia e hija de Victora21 de junio de 2012, 12:39

    Precioso Mire,no he podido leerlo todo seguido,ya sabes porqué...te quiero

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  2. ¡Que bonito, Mire! Me quito el sombrero.

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  3. El día que lo recibí estaba en un fandango de trabajo, pero a pesar de eso, lo leí deprisa y me emocioné. Hoy lo he leído más despacio y más tranquilo y me he vuelto a emocionar. Creo que no hace falta que firme para que sepas quién soy.

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